CUENTO DE VERANO: EL ABUELO CALAVERA Y YO (18)

23.    Unas cabezas muy animadas   Pedro estaba bien escondido dentro de un nicho abierto en el muro, detrás de las costillas de Bartomeu, cuando oyeron la chusma que, al pasar, dejaban caer palabras grandes y duras como piedras. –¿Y cómo dicen que es el...

CUENTO DE VERANO: EL ABUELO CALAVERA Y YO (17)

22.    Haciendo el mono   Poco rato les duró la tranquilidad cuando se dieron cuenta de que, a lo lejos, un grupo de policías iba raudo en su dirección. Se les podía reconocer porque llevaban un fémur atado a la cintura que hacía las veces de porra, para castigar...

CUENTO DE VERANO: EL ABUELO CALAVERA Y YO (16)

21.    El número de la bestia   ¡A oscuras, en aquel lugar inhóspito donde el hombre había desaparecido haría dos mil años o más! Los cuatro fugitivos, a gatas, acabaron rodeando al niño. Al norte, el abuelo; al sur, en los hombros, Ken; Kim, al este y Bartomeu,...

CUENTO DE VERANO: EL ABUELO CALAVERA Y YO (15)

  19.    Batallitas –No os asustéis, soy yo, Bartomeu. Todos se habían horrorizado al oír aquella voz; pero Pedro se había llevado el peor susto: el corazón le iba a dos mil revoluciones por minuto, ¡como mínimo! –Bartomeu Casas, ¿qué haces aquí? –le preguntó...

CUENTO DE VERANO: EL ABUELO CALAVERA Y YO (14)

  17.    Huesos, para qué os quiero…!   –¡Una mano humana! ¡Una mano humana! –gritó la bruja–. ¡Policía, policía! Y, al instante, de su costillar, se escapó el cuervo. –¡Una mano humana! –gritó de nuevo con una voz áspera, seca, que sonó como un silbato–....