CUENTO DE VERANO: EL ABUELO CALAVERA Y YO (17)

22.    Haciendo el mono   Poco rato les duró la tranquilidad cuando se dieron cuenta de que, a lo lejos, un grupo de policías iba raudo en su dirección. Se les podía reconocer porque llevaban un fémur atado a la cintura que hacía las veces de porra, para castigar...

CUENTO DE VERANO: EL ABUELO CALAVERA Y YO (16)

21.    El número de la bestia   ¡A oscuras, en aquel lugar inhóspito donde el hombre había desaparecido haría dos mil años o más! Los cuatro fugitivos, a gatas, acabaron rodeando al niño. Al norte, el abuelo; al sur, en los hombros, Ken; Kim, al este y Bartomeu,...

CUENTO DE VERANO: EL ABUELO CALAVERA Y YO (15)

  19.    Batallitas –No os asustéis, soy yo, Bartomeu. Todos se habían horrorizado al oír aquella voz; pero Pedro se había llevado el peor susto: el corazón le iba a dos mil revoluciones por minuto, ¡como mínimo! –Bartomeu Casas, ¿qué haces aquí? –le preguntó...

CUENTO DE VERANO: EL ABUELO CALAVERA Y YO (14)

  17.    Huesos, para qué os quiero…!   –¡Una mano humana! ¡Una mano humana! –gritó la bruja–. ¡Policía, policía! Y, al instante, de su costillar, se escapó el cuervo. –¡Una mano humana! –gritó de nuevo con una voz áspera, seca, que sonó como un silbato–....

CUENTO DE VERANO: EL ABUELO CALAVERA Y YO (13)

16. La guerra inacabable del abuelo Calavera   –A los niños no se les habla de eso. Es como si estuviese prohibido, como si tuvieran que cuidar de ellos, y por eso pocos saben que en este país hubo una gran guerra. Por suerte ahora no os falta de nada: armarios...

CUENTO DE VERANO: EL ABUELO CALAVERA Y YO (12)

15.    Hasta que la muerte nos separe, e incluso después   –Mira que muertos, vienen muchos; muertos de hambre, muertos de risa, muertos de pena, muertos de envidia, muertos de tristeza; pero todavía no había venido nadie a verme encarnando la muerte con tanto...