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LO QUE NO CUENTAN LOS ESCRITORES

By Jordi Folck
28/04/2019
LO QUE NO CUENTAN LOS ESCRITORES

Después de Sant Jordi y todas las post-reflexiones, críticas, halagos, listas de los más vendidos, fiestas, cócteles y saraos uno añade otra que pasará tan desapercibida como cualquiera porque son muchos y tantos los que no quieren escuchar que las cosas seguirán exactamente igual.Lo que no cuentan las editoriales lo que no cuentan los escritores se lo intento contar yo (en parte) por lo que sé, vivo y sufro. Y aún así por nada, dicho sea de entrada, cambiaría mi profesión de escritor catalán por ninguna otra, a pesar de los pesares que son muchos.
Quería escribir un post sobre los programas electorales el día en que España elige su gobierno para que nos fijáramos en la pobreza de sus propuestas culturales. Nunca interesó en un país donde se invierte más en defensa armamentística que en defensa del arte y la cultura.

Y como uno sigue con cierta post-depresión de Sant Jordi les dejo tres notas para la discusión…

LO QUE COBRAN LOS ESCRITORES CATALANES

1. Si alguno de sus descendientes, hijos, primos, sobrinos o nietos les dice que quiere ser escritor catalán denle un par de bofetadas para que se les pase. Díganles que aprendan inglés y que escriban en inglés: tienen un mercado de tres o cuatro mil millones de posibles lectores que van a entenderles frente a los siete millones de catalanes algunos de los cuales nunca leerán en catalán. Quedan unos dos millones que sí lo harán pero como dice Sebastià Benassar que lo vio y lo sufrió en carne propia si un catalán independentista encuentra el libro en castellano dos euros más barato lo va a comprar en la lengua cervantina. Porque muchos no tienen muy claro el tema identidad y creen que eso de la independencia del país no pasa por defender un idioma ni a sus escritores.

2. Lo que no cuentan los escritores. Empecé a hacer llamadas a amigos escritores y constaté algo terrorífico: los escritores catalanes mejor situados, los veteranos mayores de 45/50 años somos todos inframileuristas. Un escritor catalán, repito, bien situado con buenas ventas y bastantes charlas en escuelas e institutos alcanza los seiscientos o setecientos euros mensuales. Eso, los mejor situados. Imaginen al resto. Luego hay tops como Jordi Sierra y Fabra que con sus 450 libros publicados guarda en secreto sus ganancias. Eso significa que todos tenemos que buscarnos la vida (yo con talleres y clases en la universidad). Y muchos frente a los alquileres abusivos de Barcelona (entre 1000 y 1400 euros) se verán obligados a edad veterana a compartir piso y compartir gastos. Recuerden que todo autor gana un 10% de derechos de autor y que, en el caso de literatura infantil y juvenil el precio de los libros está entre los 10 y los 14 euros lo que significa entre un euro y 1’20 por libro (menos el 15% irpf). O sea para un sueldo de 1000 euros necesitará vender unos 1200 libros. ¿Sigue pensando en escribir? (digamos que escribir es una necesidad vital, no una variable económica…)

3. Entonces los mentirosos que dicen que en Catalunya no se puede hablar en español o que los catalanes adoctrinamos a los niños deberían meterse la lengua en su propio culo. Por cierto que 2/3 libros en los escaparates de las librerías son en español. Y que la lengua que se habla, mayoritariamente, en los patios de los institutos es el castellano. A los políticos que siguen con su perorata regalarles todo mi desprecio. El ascenso de la derecha en España no es si no el resultado de un debate territorial que pasa a ocupar el hueco de agendas y programa políticos en España: la defensa férrea de la constitución (la menos cambiada de Europa) y su lucha contra la democracia real en Catalunya, el derecho de expresión, son los caballos de batalla de peleles de tres al cuarto encabezados por casado/rivera/vox (la minúscula es adrede) que ante la falta de un ideario ven antes la paja en el ojo ajeno que en el propio.

4. Lo que no cuentan los escritores: así que lo de escribir en catalán y, peor, para niños y jóvenes convierte a cualquier aspirante a escritor en un pobre de por vida, pobre con ínfulas de miserable. Porque el 0’7% de presupuesto de la Generalitat para cultura no le va a servir de nada aunque la Institució de les Lletres Catalanes ayuda con lo que puede y más.

5.Lo que no cuentan los escritores: si escribe para adultos es posible que alcance la gloria para Sant Jordi y pueda vender en un año 10.000 ejemplares (algo muy difícil) que le supondrá unos 15.000 euros. Le durarán un año. Y deberá esperar un par de años o más para, después de escribir otra novela, ponerse de nuevo en candelero si es que lo logra. Otra cosa son las traducciones (escasas) de novelas a otras lenguas y es hermoso como algun título, de repente, puede alcanzar las veinte traducciones o más pero esto es dificilísimo, resultado de conjunciones de astros, de brujería o de una buena agente literaria. Es triste ver como las glorias de otro año de Sant Jordi, los que fueron números 1 se pasean por cócteles y cenas necesitados de atención, con la cabeza algo cabizbaja, casi invisibles como un mendigo que pide comprensión. Y sí, Sant Jordi es la fiesta donde algunos mediáticos que nunca escribieron un libro, gracias a su negro generoso, se pasean como pavos reales de hermosas colas escondiendo un negro cinismo, el engaño que, por hambre, nació con el Lazarillo y por postureo, se extendió hasta el siglo XXI como un cáncer imparable con el respetable aplaudiendo.

6. Lo que no cuentan los escritores: recuerde que firmar muchos libros no significa tocar oro: si su libro ganó un premio literario, el dinero percibido es a cuenta de derechos de autor. Posiblemente necesite firmar entre seis mil y siete mil libros  (tendrá para varios años) para tocar plata. En el año 2011 ganaba un esperado premio Folch i Torres de novela  con “Libro de conjuros de la vieja tarántula”  y los 7000 brutos (ahora el premio, ya tan menospreciado por la editorial,  es de 4000 brutos) así que los 5700 percibidos, libres de impuestos  significa una venta superior a los 6/7000 ejemplares. En fecha de hoy aún no he percibido un solo euro en ventas, ocupado en ir cubriendo los derechos. En el mismo caso el Premio Barcanova de literatura por Nadie es un zombi en el 2013 no me ha permitido aún cubrir el adelanto de los siete mil obtenidos…

2. PORQUÉ LOS ESCRITORES CATALANES DE LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL APENAS FIRMAMOS POR SANT JORDI…

Continuará…

Foto hecha por Humberto Balcázar el día de Sant Jordi en las ramblas de Barcelona. La tarde anterior la escritora Najat El Hachmi me decía que los escritores catalanes tienen un problema de estética. Es cierto:  a muchos les cuesta vestirse con cierta gracia como si se sintieran culpables de acicalarse. será ejemplo de la alcaldesa Ada Colau que no se distingue, precisamente, por ir bien vestida. Y como que me liberé, finalmente, del qué dirán hago mío aquello de “así me las den todas”..

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5 Comentarios

  1. Malu

    Triste realidad del escritor catalán. Lo bueno dentro de todo lo nefasto es que al dominar también la lengua de Cervantes, les queda el público del resto de España y América Latina.

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  2. Rodolfo del Hoyo Alfaro

    Me identifico con todo lo que dices, Jordi. Me gusta la ironía, incluso la sátira que utilizas entre líneas. Tienes toda la razón, aunque te equivocas en una cosa. Yo hace ya muchos años que no firmo contratos del 10% de derechos de autor para los libros infantiles y juveniles. Yo creo que después del 2000 ya no he firmado nibnguno con ese porcentaje. He firmado contratos del 5% para álbumes, del 7% para libros a partir de 6 años y del 8% para libros a partir de 10 años. Con mi libro juvenil “Un pingüí damunt del televisor” firmé, quizá con la mayor editorial española después de Planeta, un 7% hasta los 3000 ejemplares y, después de vender 3000 ya tenía derecho al 10%, cosa que por suerte sucedió en poco tiempo. Así que los ingresos de los autores de literatura infantil y juvenil están por los suelos. Cuando uno atraviesa los pirineos ve cómo en los países avanzados de Europa, oh, Europa!, los autores de LIJ son conocidos, famosos y respetados. Ni en Catalunya ni en el resto de España somos tenidos en cuenta, empezando por las instituciones y acabando por los lectores, pasando por las escuelas que se dedican a socializar nuestros libros cargándose nuestros sueldos, aunque quienes lo ahcen cobran todos los meses. En fin!

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    • Jordi Folck

      TIENES RAZÓN. de repente recuerdo que tengo dos libros al 8% de derechos. Dérecho de queja, de réplica creo que es lo único que nos queda… o animarnos entre nosotros, qué si no…

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  3. Eduard

    Pienso que hay que quedarse con la idea que escribir es una de las cosas que más feliz te hace. Poder dedicar todos los días a una actividad que nos llena y nos hace feliz es lo más placentero que hay. José Ortega y Gasset ya lo decía: ”la felicidad es la vida dedicada a ocupaciones para las cuales cada hombre tiene singular vocación”.

    Según una encuesta de Gallup, el 85% de los trabajadores en todo el mundo admite que su trabajo no les satisface y no se sienten comprometidos ni identificados con el mismo.
    De hecho, creo que no hay ningún empleo que sea perfecto en todos los sentidos. Siempre habrá algo que puede ser mejor.

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    • Jordi Folck

      Bellas palabras, certeras y ciertas, mi querido Eduardo: hacer lo que a uno le gusta es como volar por entre las nubes y saber que ese horizonte y ese universo es tuyo porque solo tu te atreviste a mirar hacia arriba y, aún más, subir hasta él. El miedo, la falsa seguridad de tocar tierra es solo para los gusanos que comen tierra porque no saben que también las nubes de algodón pueden comerse.

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