Continua del artículo anterior:
Gianni Rodari es de los primeros en señalar el hecho de que la creatividad no se circunscribe solo a las artes plásticas y sí a la política, la economía, la sociedad …
Escribe:
“Creatividad es sinónimo de pensamiento divergente, es decir, capacidad de romper continuamente los esquemas de la experiencia
Es creativa una mentalidad que siempre está trabajando, siempre haciendo preguntas, descubriendo problemas allí donde los demás encuentran respuestas satisfactorias, en su elemento, en las situaciones fluidas, allí donde los demás hay huelen sólo peligros, capacidad de juicios autónomos e independientes (incluso del padre, del maestro y de la sociedad), que refuta el que está codificado, que remanipula objetos y conceptos sin dejarse influenciar”.
En “Escuela de Fantasía” narra su proceso creativo de escritura:
“Así tomé el hábito de escribir en tres etapas:
De primero contar de viva voz los niños de las escuelas o donde los encontrara las historias que se me ocurrían. Elegía niños diferentes de clases y escuelas esparcidas por diversas ciudades.
En la segunda etapa, una vez constatado que podía funcionar, que no era un vocabulario familiar limitado a mi relación con un niño o con un grupo, pasaba a la redacción escrita y aquí siempre me fijaba más en los mecanismos del cuento y de la historia, la reflexión sobre las imágenes y sobre los escritores que sentía más cercanos.
En la tercera etapa limaba el texto con la lectura ante los niños, antes de que la página pasara a editarse. En las escuelas estaba atento a las reacciones de los niños: ellos también son críticos literarios.
Más que sus juicios había que estar atento a sus reacciones: si mientras leo la historia se giran para hablar con alguien quiere decir que la historia no les interesa. Si se distraen cuando a mí me parece que deberían reírse significa que la broma no funciona y que hay que estudiar mejor el mecanismo
Así fui elaborando técnicas infantiles, material de funcionamiento de la Fantasía. Y así, y no en un despacho, si no en el contexto de esta experiencia que contaba con los maestros nació mi libro de Gramática de la Fantasía”
5.Si eres desobediente abrirás tu cuerpo y mente
Contra un mundo en pie de guerra se erige como antibelicista y en cuentos como “El tambor mágico” un soldado hace bailar, con el redoble del tambor, a reyes y emperadores, como un flautista que en vez de atraer a los ratones se lleva a los coches lejos de la ciudad, como en otro de sus cuentos. La imaginación para denunciar debilidades del sistema, contra el sistema educativo que chirría, contra la literatura apelmazada lejos de la imaginación, contra el papel tradicional del maestro y de la escuela. Contra los conceptos tradicionales de educación: si el maestro quiere saber cómo escribe unas palabras concretas, que no caiga en el dictado y sí en la redacción libre a partir de esas palabras. La génesis del binomio fantástico…
Escribe: “La educación en la democracia es también educación a la desobediencia, desobediencia a los errores, al Mal, a aquello erróneo que hay en la vida”
Practica la desobediencia con su hija Paula: experimenta con ella, la enseña a desobedecer para que sea capaz de defender sus derechos como persona y como ciudadana de pleno derecho. Los principios del empoderamiento femenino en los tempranos cincuenta.
6.La Gramática de la Fantasía o el arte de construir historias,
Es el primer libro que sistematiza los procedimientos creativos. Cómo escribe sus libros, sus cuentos, sus versos, sus retahílas y cómo puede escribirlas el maestro y el niño. Más de veinte técnicas creativas que le situarán a la altura de Howard Gardner y Mihalyi Csikszentmihalyi. El libro, publicado en el año 1972 revoluciona la creatividad, concepto nacido en los años 50 en EEUU. Su viejo Cuaderno de Fantasía, de apuntes tomados en clase, le habrían situado como el pionero en el mundo de la creatividad de haberlo publicado en fechas anteriores. De su lectura de los surrealistas franceses, de André Breton y el duelo de palabras nace el binomio fantástico o cómo unir dos palabras alejadas en significación para construir una historia. Nace el “¿qué pasaría si…?” el juego de los prefijos o como darle la vuelta a los cuentos tradicionales con una caperucita verde que encuentra a una jirafa en el bosque…
7.Maneras de enseñar a odiar la lectura
Rodari escribe su decálogo de cómo alejar a los niños de la lectura. Y en ese decálogo caen padres y caen educadores en una observación que Daniel Pennac retomaría años después en “Como una novela”.
- Presentar el libro como alternativa a la televisión.
Y quien dice televisión dice ordenador. Nada hay más desastroso que gritarle eso de “deberías estar leyendo”…
- Considerar que los niños tienen demasiadas distracciones.
Pero lo cierto es que las distracciones móviles no existían hace cincuenta años y que lo que ocurre en una pantalla difícilmente ocurrirá en un libro. Pero el scrolling es líquido e inútil mientras que una buena lectura permanece en la memoria.
- Decir a los niños de hoy que los niños de antes leían más.
Las redes sociales, las apps ha convertido a los niños desde los once años en devoradores de textos. Nunca se ha leído tanto como ahora pero nunca tan mal.
- Culpar a los niños si no les gusta leer.
Existe un libro para cada lector. Solo hay que encontrarlo y motivarle para su búsqueda.
- Transformar el libro en un objeto de tortura.
O cómo obligar a los chicos de catorce años a leer en el mismo curso escolar La Regenta de Clarín y el Quijote de Cervantes puede arruinarle la vida futura al lector.
- Negarse a leer a los niños. Sin palabras
- No ofrecerles bastante variedad de lecturas.
Las bibliotecas, los clubs de lectura las asociaciones culturales, las editoriales, las páginas de recomendaciones crecen sin parar. Existe tanta variedad, hoy, que la dificultad radicará en encontrar el libro más adecuado
- Obligarlos a LEER.
La lectura debe constituir un placer. Cada alumno deberá encontrar el género narrativo en el que se sienta mejor. “El amor a la lectura no es una técnica, es algo mucho más íntima y ligada a la vida y no se aprende a bofetadas”. Un libro debe ser ese momento de comunicación entre padres e hijos.
Si Rodari despertara hoy trabajaría con Pixar: Toy Story 4 parece una película sacada de la chistera del mago italiano. O, posiblemente, regresaría a la tumba atónito de que su pedagogía hubiera servido de tan poco.
Rodari fue mediático antes de que la palabra existiera: visitaba escuelas, aparecía en programas de radio y en televisión. Se le podía ver en el teatro. Su aportación a la dramaturgia fue escasa. De la misma manera en que un verso (“Videodrama”) podría convertirse en novela (Gip dentro del televisor) algunos de sus cuentos (los reconvirtió en piezas de teatro familiar. La editorial Einaudi publicaba en 1987 Gli esami di Arlecchino. Teatro per Ragazzi y hace solo dos años A teatro con Gianni Rodari que recoge nueve obras teatrales, entre la cuales, Il tamburino mágico, Caccia a Nerone y una revisión hilarante de Il vestito nuevo dell’Imperatore.
Del Rodari silenciado por editores y por maestros nos queda su obra escrita para ser compartida en clase y en casa, para ser leída (incluso cantada) en voz alta por pequeños y mayores. Su obra, a veces triste, a veces descacharrante, siempre social, un delicioso juguete escénico es un viaje luminoso a la fantasía más locuaz, más pura, más dislocada, una reivindicación necesaria en un mundo cada día más oscuro y escasamente inspirador.
¡Qué palabras tan bellas podrían escribirse
con un rayo de estrella!…
(Retahílas del cielo y de la tierra)
En abril del 2021 se estrenará en Barcelona Della Fantasía (Rodari visto por Fellini) un juguete escénico escrito por mí mismo a partir de algunos de los textos más rodarianos y dirigida por Juanjo Marín de “La Excéntrica”. Existe también una adaptación teatral de la novela “El Viatge extraordinari d’un tap de banyera” (1998) primera aproximación de Folck a la obra de Rodari, aún no estrenada.
Más información de las técnicas rodarianas en https://genius.diba.cat/es/rodari/tecniques-creativitat
Primera edición de los libros de Rodari en inglés.
0 comentarios