O también el Triste oficio de ser escritor catalán (sigue del anterior)
La pasada semana veíamos… (permítanme que utilice las fórmulas de las series televisivas que tanto gustan porque el culebrón no ha hecho nada más que empezar).
CLAVE DE SUICIDIO NUM. 1 PARA TODO ESCRITOR CATALÁN
El presupuesto de cultura de la Generalitat de Catalunya es del 0’7% aunque hay promesas de aumentarlo hasta el 2% por la presión social del sector cultural. Dicho de otro modo, ninguno de los consellers anteriors: Max Cahner, Joan Rigol, Joaquim Ferrer, Joan Guitart, Joan Maria Pujals, Jordi Vilajoana, Caterina Mieras, Ferran Mascarell, Joan Manel Tresserras, Santi Vila hicieron nada por los presupuestos (no incluimos a Lluís Gordi i Laura Borrás que no llegaron ni al año en sus conselleries), Ahora los ojos están puestos en la presionada Mariángela Villalonga
CLAVE DE SUICIDIO NUM. 2 PARA TODO ESCRITOR CATALÁN
El oficio de escritor es de alto riesgo. No hay un sueldo por escribir. Uno sobrevive intentando ganar concursos literarios con ventas y con charlas en escuelas e institutos. Ahora con la pandemia… ni ventas, ni charlas. Entre los tops de escritores catalanes de literatura infantil y juvenil, entre los que me incluyo, uno puede ganar alrededor de los 600—700 euros mensuales como escritor profesional. Algunos no podemos pagar los autónomos y estamos desprotegidos. Un autor gana un 10% del PVP de cada libro. Nuestros libros tienen un precio aproximado de 10-11 euros. O sea 1 euro por libro (menos el 15%. irpf) El resto del precio del libro se va a la distribuidora sin la que no llegarían los libros a los puestos de venta y a las librerías (suman el 50%). Y con el 40% restante la editorial paga el papel, al portadista o ilustrador, al diagramador, al corrector de estilo etc.) Un autor catalán de literatura infantil y juvenil, clave en la formación sessible e imaginativa de nuestros hijos, para adultos. próximamente) necesita vender 286 libros al mes para pagar su cuota de autónomos. Si vive en alquilar en Barcelona añada 1200 euros y el resto de facturas. Si tiene pareja compartirá los gestos de la casa. En caso contrario o incluso con pareja, se verá obligado, sea cual sea su edad, a compartir el piso con desconocidos. Ya tienen un post en este blog de mi experiencia terrorífica (pero nutritiva para engendrar historias) de compartir piso hace algunos meses.
Existe un aire mitificador de que el escritor vive rodeado de fiestas, de glamour, de regalos. Olvídenlo si escribe en catalán. Eso solo ocurre en EEUU, Alemania, Reino Unido y en algunos países con miles de lectores. Un pobre y desgraciado escritor catalán necesitara vender 1000 libros mensuales para respirar. Y eso es casi imposible. No hay consciencia de hasta qué punto es vulnerable un escritor que necesita escribir para ganarse la vida o abandonar sus sueños y dedicarse a otros quehaceres más productivos. De ahí que no haya una regeneración de escritores y que los mismos escritores ganen siempre los mismos premios. Si uno tiene una carrera consolidada tiene sentido que intente continuarla, entre otras razones porque con más de 50 años no va a encontrar ni un trabajo ni le llamarán para una sola entrevista laboral. Ni ocultándose la edad. Ni en Fundaciones donde la selección de pesonal la llevan jóvenes con miedo a que uno les quite el puesto. Con lo que para los jóvenes que sueñan con escribir y publicar en catalán, olvídense de su consciencia nacionalista y de defender el país que el país no va a mover un dedo por usted. Renuncien a sus ideales y a su felicidad. Nadie va a escucharlos. Escriban en inglés o en castellano (aunque no se merezcan tenerle entre sus filas por razones históricas muy actualizadas). Por si aún lo dudaban, más razones.
CLAVE DE SUICIDIO NUM. 3 PARA TODO ESCRITOR CATALÁN
La clase política (habrá excepciones) le dará un golpecito en la espalda y luego la zancadilla sin mirar atrás. Se llenan la boca de palabras amables, buscando ganar votos sin pensar en el alcance de sus resoluciones. A las instituciones, mayoritariamente, les importa Usted una mierda. Casos siguientes:
3.1.Caso Ernest Maragall. El conseller de Cultura (de quien se dice que tiene en su mérito haber sido el peor conseller de la historia) que ya ha llenado de ordenadores los institutos, dándoselas de progresista tecnológico pero sin formar primero a los docentes… la monta gorda en el año 2005 cuando crea una resolución según la cual se va a ayudar a los centros educativos a comprar libros de texto y material complementario escolar. Y algunas escuelas progres y modernas dándoselas de sociales y próximas a la comunidad escolar acaban convirtiendo al libro literario en material complementario. En vez de permitir que el estudiante construya su fundamental biblioteca personal le ceden el libro que compra la biblioteca ( 40, 50 por clase, una sola vez) y que irán pasando de manos en manos hasta que el libro se caiga. Resultado: Ya las editoriales no venden libros, esos tesoros del alma que todos los poetas cantan, ni las librerías venden libros ni los escritores visitan las escuelas donde sus libros son recomendados. En mi caso de 40 visitas escolares en los años 2003-4-5 pasaron a 12 en el año 2006. Y el libro literario que cuenta historias y emociones e convierte en material escolar que es lo peor que le puede pasar a un libro. Esta tendencia se ha resuelto cuando muchas escuelas con la concienciación de asociaciones de escritores (Escrivim a la cabeza), escritores, libreros y editoriales han vuelto al procedimiento anterior. Ya en el año 2010 un grupo de escritores asustados creamos un manifiesto a favor de la biblioteca personal como recoge Cornabou del tándem activista cultural Andreu Sotorra-Lena Paüls (no se pierdan sus blogs ni la extraordinaria y completa revista digital).
Los impulsores de este Manifiesto, (..) alertan que si la recomendación del Departament d’Educació se extiende y se consolida se destruirá el sector y creará fractura social. Los portavoces del colectivo, la escritora y profesora de universidad, Meritxell Martí, el escritor y traductor Pau Joan Hernández y el escritor, profesor y publicista, Jordi Folck, junto al filólogo y escritor Pere Martí, explicaron que la iniciativa surgió hace unos meses – tal como recogió esta revista digital-, después de que varios autores catalanes coincidieran que el decreto aprobado en 2005 por el Departamento de Educación sobre la reutilización del libro de texto y los materiales didácticos, en el que se incluyó también el libro literario, está representando un descalabro para el sector editorial, especialmente para el destinado al libro infantil y juvenil. Pau Joan Hernández ha aseverado que, a cambio de una docena de euros, se está destruyendo un sector, que no sobrevivirá, mientras que nadie cuestiona que se pague por el servicio de acogida matinal, el comedor escolar o el transporte. En opinión de los artífices del manifiesto, el Departamento de Educación de la Generalidad de Cataluña lleva a cabo una política errática, más interesada en formar votantes más que ciudadanos, que impide la creación de una biblioteca personal a niños y jóvenes, la lo que dificulta la formación de futuros lectores. Meritxell Martí, por su parte, ha ido más allá y ha aseverado que no está en juego sólo el sector del libro y la supervivencia del libro en catalán, sino que es el mismo modelo social del afectado, con una fractura cada vez más notable entre las familias de un nivel sociocultural alto y las de un nivel más bajo, que ya no se ven obligadas a comprar ningún libro. Precisamente, en el «Manifiesto para la no reutilización del libro literario en las aulas» se advierte que se ha llegado a un momento en el que se circunscribe la lectura únicamente al ámbito escolar, en un horario reducido, lo que no fomenta la lectura privada o la relectura. También los firmantes -cerca de medio millar- alertan que disminuyen los derechos de autor, que son la retribución de los escritores e ilustradores, comprometiéndose a medio plazo la profesionalización y aumentando la presión sobre la literatura catalana actual, que la propia administración estaría potenciando, ante otras lenguas. El texto termina pidiendo a las administraciones públicas ya los políticos que las gestionan que no sean responsables de una acción irreversible sobre la lengua y la cultura catalana propiciando la deserción de lectores y, por tanto, forzando la desaparición de la literatura y de los autores del país. Cerca de 500 escritores, ilustradores, traductores, bibliotecarios y profesores se han adherido al Manifiesto en el que se pide el fomento de la biblioteca personal. Entre muchos otros están las adhesiones de Maria Barbal, Lluís Anton Baulenas, Salvador Cardús, Maite Carranza, Flavia Company, Antoni Dalmau, Miquel Desclot, Carles Duarte, Gabriel Janer Manila, Gemma Lienas, Eduard Màrquez, Oriol Pi de Cabanyes, Care Santos, Jordi Sierra i Fabra, Sílvia Soler, Ramon Solsona i Emili Teixidor.
http://noreutilitzacio.blogspot.com/
De escuelas que socializan las hay y muchas. Las descubres cuando te invitan a sus aulas y no hay libros para fimar. O solo quieren que entretengas a los niños y te dicen que han leído dos o tres tuyos y entonces renuncias a tu preparadísimo power point y te vuelves loco en una hora intentando hablar de tres libros que 2/3 partes ni han leído. Cuando terminas, los niños, santos inocentes, pretenden que les firmes en un papelito que van a tirar a la mañana siguiente. Por suerte tienes la lección aprendida y les dices que solo se firman los libros. A más escuelas que comprendieron mal la socialización, menos ventas y peor vida.
3.2 El Caso CLIJCAT…
Continuará. Ahora viene lo más interesante. No se vayan. Intento subir pronto,si me queda aguante o no me han asesinado.
Hola Jordi!
Adoro el to reivindicatiu que tens. Dius veritats com temples, sense concessions, sense floritures. T’agraeixo aquest espai de crítica i conscienciació. No canviïs!