¡Hola!
Llevo alejado de este blog nueve meses. ¿Las razones? Posiblemente que uno nunca pueda ver el resultado de sus escritos, de su trabajo, cierta inapetencia, la soledad del confesor… Pero gracias a Francesc y a Kimberly que llevaban esperando respuesta a su email he regresado aunque sea para decir: ¡sigo aquí!
Como ustedes ya sabrán abandoné la educación en marzo del 2023 expulsado del sistema educativo por una mala mujer, directora de un centro educativo en Sabadell por no jugar en su área de campo y no inclinarme hacia sus desmanes. Creo que un día debería escribir qué pasó. Y lo haré. Llevo esa espina muy clavada dentro de mí y al perdón ni se le espera ni se le esperará en mucho tiempo.
Tardé seis meses en poder volver a escribir algo con sentido después de abandonada la nave educativa. Sigo dando clases virtuales en la universidad (UOC) pero jamás regresaré a las aulas de secundaria y menos a centros de alta complejidad donde la lucha es desalmada, sin cuartel y sin igual. El sistema educativo estallará, algún día, pero hay demasiados intereses en juego para que esto ocurra pronto. Nada nuevo bajo el sol.
En este año de ausencia he publicado dos libros: Rodari 2.0 técnicas creativas para fomentar la escritura en el aula y en casa (pronto en castellano) y “Naïm i els ulls multicolors”, una novela realista sobre un adolescente ciego al que conocí hace algunos años. Y están a punto de aparecer tres obras de teatro, sobre tres autores de los que celebramos su centenario: el del nacimiento de Vallverdú (ya con 101 años, vivo y feliz) y de la muerte del dramaturgo Guimerà y del poeta Salvat Papasseit. Poco a poco recuperé mi chispa de hiperactividad, el “hambre” de escribir, de producir teatro, de actuar. Viene un trimestre excelente con tres obras de teatro propias circulando por escuelas y bibliotecas y teatros y un par de encargos para nuevos centenarios: el de Ricard Viñes, el pianista de Lleida más internacional y el de Gaudí en el 2026
Y así, poco a poco, con algunos empujones y un trabajo continuo logro sacudirme el fantasma de la tristeza que me ahogó en marzo del pasado año para redescubrir que la vida es bella aunque los demás te la fastidien siempre que pueden con alevosía. Pero uno debe levantarse, abrir la sonrisa como arco iris y lanzarse a nadar sin mirar atrás aunque por el camino se crucen patinetes desaforados, bicicletas en aceras y elementos de transporte hostiles. Recuerden que vivo en Barcelona, cada día más ingrata, menos nuestra, más vendida y menos acogedora.
Uno acaba construyendo su propio paisaje, un universo propio, quizás con un sol artificial -de luz propia- que cabe en una mesa de despacho y en una silla Ikea que apenas duró un año antes de descuartizarse. Pero aguanta los ochenta kilos, manotazos y giros y lo que convenga mientras el genio creativo reaparece sin que, de repente, nada más importe Y esta es la lección de hoy -sin pretenderlo- : construya sus propio universo, su propio mundo, donde no quepa nadie más. Disfrute de su soledad, de la inspiración, de las ideas que vengan y así, abierto en canal a fuerzas superiores, uno deja de sobrevivir para alcanzar cierto estado de divinidad pasajera pero que es útil y necesario para huir de la cotidianidad más insalubre. Para mí será la escritura, para otros bailar diez minutos sin que nadie le vea, para otros el deporte y todas esas actividades autotélicas que se hacen porque gustan, sin esperar nada a cambio (como leer, o escuchar música). Lo que sienta, hágalo…
Así que aunque no haya nada nuevo bajo el sol, será bueno que construyamos nuestro propio invernadero donde pasar lo que queda de este verano asfixiante, sembrar campánulas y margaritas, (ideas y creatividades) y ayudarlas a crecer aunque el mundo allá fuera empiece a derrumbarse. Porque allá no está la felicidad y sí dentro de nosotros.
Disfruten del final del verano. Intentaré volver pronto.
Hola Jordi!
Aniré mirant el teu bloc.
Petonàs
Sylvia moles
Hola, Jordi,
ha estat una sorpresa molt agradable trobar que tornes a regar el blog amb novetats teves i de la teva bibliografia.
Llegir la teva experiència fent front a la incultura és com llegir el diari d’un soldat que pateix a les trinxeres. Amb la diferència, potser, que la teva lluita ens és a tots útil. Poses veu a molts i a moltes la força dels quals ha estat esgotada per la perplexitat.
M’agrada veure la història com un pèndol que es mou indecisa entre la llum i la foscor. Ara potser s’entreté jugant amb les ombres, però tinc la certesa que aviat tornarà a la llum; tots ho fem. encara que no sigui així, hi hem de creure. Estic convençuda que el canvi comença per creure-hi. (sé les coses no funcionen ben bé així, però soc jove i em toca pensar així.)
jo tampoc no puc estar-me de citar una de les moltes lliçons del llibre de Cohèlet: “sota el cel hi ha un temps per a cada cosa”. Desitjo que el temps que ara comença sigui el teu temps de riure, de construir, de collir…, i el teu temps de pau.
Ànims i una abraçada,
Gorkiana
Estimada,
intentaré no sigui flor d’estiu…
gràcies pels mots, sempre preciosos!