Continua la serie a la que preceden 13 CLAVES GRATIS PARA SUICIDARSE (19 Y 26 ABRIL) y MEMORIAS DE UN ESCRITOR: DESGRACIAS Y FORTUNAS DE ESCRIBIR EN CATALÁN. Y lo que debía ser breve se está convirtiendo en un culebrón o en una teleserie.
ME DIRÁN QUE ESTOY GRiTANDO . Claro. Es para gritar. Tomen a la mayúscula como metáfora de grito.
CLAVE DE SUICIDIO NUM. 10: Los amazoneros
¡No compren en Amazon!
La palabra “libro” encuentra su derivada en “librería”. Y “librería en “librero”. No con Amazon. Lo que, según Rodari, sería un binomio fantástico la (ahora) proximidad de los dos elementos hace de ese par un binomio inútil para inútiles. Y como me estoy hartando y ahí me las den todas, solo los inútiles compran libros en Amazon (con una excepción que luego cuento). Se dice que cada día cierran dos librerías en España. De ser cierto ya no nos quedarían librerías. Pero después de la pandemia, no todas van a abrir. Y hay chorizos que siguen comprando en Amazon cuando tienen una librería cerca. Nos estamos acostumbrando a que la papilla nos la den en la boca. Que nos hagan la cama y pronto, por pereza, que nos hagan una paja porque nuestra inutilidad y memez nos llevará al “todo gratis” y ” hágalo por mi mismo”. Los libreros son prescriptores y si creen que un libro no nos va a gustar nos lo van a decir salvándonos del naufragio. O pregúntenselo a Isabel de Bellart, el “hada azul” de las libreras, posiblemente la propietaria de la librería más bella en España que se halla en Cambrils y de la que ya hablamos en otro post. O a Marta Mirosa que ya nació con un libro bajo el brazo que desde Llibreria de la Imatge en la calle Sepúlveda de Barcelona hace maravillas con la psicologia del cliente en cuanto a recomendaciones. O a los de Zendak que son la simpatía personalizada. O a los de la Galatea en Reus. Y como ellos, cientos de librerías que son monumentos al arte. No le pregunten al pobre muchacho de Amazon que ni idea tiene de qué lleva en la caja: si colecciones de condones con gustos tropicales , si consoladores listos para la pandemia, un tanga de flores para caballero o una muñeca hinchable. Esos templos del saber que son las librerías no pueden morir jamás porque a mí no me interesaría vivir en este mundo que empiezan a gobernar los robots (de Amazon).
Sí, yo he comprado en Amazon. Por una razón: el libro, How does the Show go on? An introduction to the theater de Thomas Schumacher, estaba distribuido a doce mil kilómetros de distancia. Trataba de los musicales de Broadway del que ya me dijeron en la librería que era muy difícil conseguirlo porque no era distribuido en España. Bueno, en ese caso creo que es lícito: no hay que renunciar al placer de leer y por un libro menos nadie va a cerrar. Pero si van sumando inútiles la inutilidad amenazará con el cierre a los libreros.
Si pueden, no editen en Amazon
En Edita el congreso de editores que se celebra cada año en Barcelona dijeron que cada año se suben a la la plataforma de Amazon 200.000 nuevos libros, solo entre Reino Unido y EEUU. No compartieron datos de títulos en español. Amazon es el vertedero número uno mundial de porquerías. Vender mierda en Amazon no le legitima a uno ser escritor. Porque, qué manía con lo de que todo el mundo quiere ser escritor. Yo no quiero ser médico, ni futbolista, ni maestro. Pero todo el mundo quiere sacar un puto libro para ser escritor. Y ser escritor significa combinar la técnica, la imaginación, la disciplina y el talento. Si el libro fuera bueno yo aplaudiría pero como también he sido editor debo confesarles que he recibido originales con graves faltas gramaticales y ortográficas para rematar al muerto (si este leyera). Y luego esos libros han sido editados en ese otro vertedero que es libros del Círculo Rojo, la number one de las excrecencias en autoedición con 450 ejemplares al año. Y de la que ya nos ocupamos, hablando de los que intoxican el mundo de la literatura con sus pretensiones. Con 200.000 nuevos títulos cada años subidos online significa que, o hacen una campaña de márqueting brutal, o su libro va a ocupar la posición 435.289 en las ventas. En Amazon se vende en papel o en ebook. Mis libros de literatura infantil y juvenil se venden mal porque, por suerte, a los niños de las escuelas donde me recomiendan no les han llenado la cabeza con libros electrónicos. Y no creo que los autores que las visitamos quisiéramos firmar nuestros ejemplares sobre una pantalla. Todo el mundo dice que gana mucho dinero en Amazon. Son gente que nos dan la paliza por redes dándoselas de importante escritor y que luego les ves con la misma ropa de siempre y el mismo coche viejo. Sí es cierto que ha habido fortunas cosechadas en Internet: las 50 sombras de Grey nacieron en internet autoeditado y el éxito apabullante lo convirtió en papel y en millones. Bueno, su autora sabía que hay mucha gente insatisfecha sexualmente por el mundo y que se puede leeer en el baño mientras uno disfruta sentada en la taza de váter de los encantos de Christian. Que pena que no usen ese libro de papel higiénico. (Ahora milones de mujeres unidas es cuando empiezan con el vudú). Pero me alegro que un mal libro haga feliz a tanta mujeres con efectos colaterales. Si yo supiera… Tambien se habla, entre otros casos, de Javier Castillo cuyo libro El día que se perdió la cordura que, dicen, lleva más de 500.00 ejemplares vendidos. Empezó en internet y de ahí al estrellato. No leí ese libro y no puedo juzgarlo. Con mis amigos estoy discutiendo si el título correcto no debería ser “El día en que se perdió la cordura” Resuena en mí “el día en que tu naciste nacieron todas las flores”… Oigan, los escritores dudamos a menudo. Supongo que las dos fórmulas son correctas porque, de lo contrario, los correctores de estilo habrían ya perdido su trabajo. Pero el caso de las 50 sombras muy oscuras o de la cordura desatada son hechos aislados. ¿Publicar en ebook Amazon o no publicar? No puedo responderles porque este debate ya es viejo y mi única pretensión es azuzarles con preguntas. Si tuviera todas las respuestas no estaría aqui escribiendo y ganándome enemigos y sí en mi Villa en la Costa Azul y si fuera posible, cercana a la casa en Niza la que vivió el gran Somerset Maugham ( El filo de la navaja) .
Amazon sí es una oportunidad para publicar poesía, ensayos que no encuentran su lugar en el mundo. Pero ¡atención! la falta de un editor puede que lleve al autor a publicar una pífia que quedará allí para su escarnio. También los editores son muy necesarios: Patrizia Campana de Estrella Polar, Sara Moyano de Barcanova, Josep Manel Rafí ex de Barcanova, Clara Vinardell, ex de SM, Alba Puig de Ed. Universal, Esther Pujol de Enciclopèdia Catalana, Reina Duarte de Edebé, Marc Moreno de Llibres del Delicte, Luís Zendrera de la mítica Joventut.. (y muchas otras) son grandes nombres y referentes editoriales. Pero, con excepciones una novela rechazada por las editoriales lo será por alguna razón: su aparición en Amazon denota bastantes cosas. Pero tampoco me hagan caso: mire lo que ocurrió con J.K. Rowling a la rechazaron una y otra vez o escritores españoles a los que rechazaron hasta once veces como Miquel Larrea con su extraordinaria “La aventuras de Kip Parvati” aceptada finalmente por La Galera y al que tuve el placer de fotografiar en Madrid en la feria del LIbro de hace bastantes años. Un gran tipo.
¿Debo autoeditarme en papel en Amazon?
¡Nooooooooooooooo! Por experencia. Monté en el 2015 una pequeña editorial cuando mi libro “Boig per tu” fue aceptado con recortes por dos editoriales. Me negué a recortar nada (fue bautizado como el libro de la polémica porque Pep Sala salía mal parado) y acabé editándomelo creando una marca editorial que, hasta la fecha, ha sacado seis libros con escaso éxito ( o penoso éxito) que dormitan en el almacen de mi padre en un pueblecito perdido. NO voy a sacar más. No insistan. En primer lugar porque edité 3000 y vendí 1500, lo que en catalán está muy bien (dicen). Cuántos más edites más presencia habrá en librerías . Y si quieres lograr algunos lineales, menos de 1000 ejemplares no saques al mercado catalán (no hablemos del español cuando correspondería quizás setenta páginas de libro por librería. Hay una devolución del mercado del 50% por cada título ( según Gremi d’Editors) así que vender 1500 es un exitazo. ¡Ay escritores catalanes desgraciados!
Bueno, los lectores lo querrán encontrar en Amazon porque gente de Madrid va a ir a una libreria madrileña y diran “bopertu de jordifolchhhh” mientras escupen la hacheee una y otra vez. Y la van a mandar a dar por el culo llenando el mostrador de saliva. Perdonen. Así que desde casa van a escribir mi nombre y mi título correctamente y van a lograr el libro sin que les insulten. Porque llamarse Jordi en la España de ahora es un problema. Todos somos Jordis, estemos en la cárcel o no.
Así que, respondiendo a la pregunta, el autor autoeditado sube al libro a Amazon. Subir la foto del libro es facil. Gestionar la venta es dificilísmo por la cantidad de pestañas que debe rellenar. ¡Que bien! ESTOY EN AMAZONNNNNNN grita la estúpida y el estúpido que va de escritora y de escritor y que se irá a Sant Jordi a firmar como una estrella sin saber lo que le viene encima.
Bueno me pasé los 1500 caracteres recomendados. Acabo
El escritor convencido de serlo ( y de ser buenísimo, ríase Nabokov o Borges) tiene su casa llena de libros bajo la cama, en el armario, en el baño, en la ducha, bajo la mesa y en la casita del perro, si lo tuviera. Pero que bien…¡es escritor/a! Chanchi Piruli. “Qué felicidad”. Ahhh lleva su primer encargo en amazon. Le tiemblan las manos… Se suma a los aplausos de la 8 de la tarde sin saber que se aplaude a sí misma.
Su libro vale en el mercado 20 euros (Boig per tu vale 21) AMAZON SE QUEDA EL 50% como una librería y el distribuidor sin serlo. De hecho el distribuidor es el escritor que debe mandar el libro o libros pagando el envío. De los 20, le quedaban 10. Lo pagó de su bolsillo y hay que recuperarlooooo. Ole, Olé, Olé …pero no puede ir a correos ( que es más barato) porque Amazon solo acepta mensajerías con las que llegó a acuerdos. Y es que si no, se pierden. Yo acepté a MRW. Amazon no va arriesgarse comprándole 50 libros. Se los compra de uno e uno o con mucha suerte, 3 en el mismo envío (grita Milagro muy fuerte). Por experiencia, digo. El coste del transporte a la sede de Amazon en Hospitalet (Barcelona) o antes a Madrid llegando a un acuerdo con el equipo comercial de la mensajería privada será de 6’30 euros el envío de 1 kilo de material a pagar por adelantado con su tarjeta bancaria. Tenía 10 euros ganados menos 6’30: quedan 3’70. ¡Pero es que el libro les costó 4 euros! Pierde 30 céntimos con cada venta. Si el libro vale 15 en el mercado, 7’5 son para Amazon. El transporte sigue siendo 6’30 por acuerdo comercial. Le queda 1’20. Pero Dios de los Dioses… el libro le costó ¡3 euros! al pobrecito escritor . Pierde 2’80 por cada libro. Va a vivir lleno de libros en su casa y en su vida yéndose con su maletita de fiesta en fiesta porque en las librerías, a menos que sean amigos tuyos, no te van a vender. Pobre escritorcito que escribió para ser alguien conocido y para llenar las redes y acabó siendo un puto desgraciado.
Fin. De hoy. Seguirá y acabará (mal).
¡Anda, ríanse un poco!
Ilustración: ” Jordi Folck venciendo al dragón” obra del venezolano Leonardo Rodriguez
Jordiiii,
Aquest article ha pujat un graó el teu to cínic, descarnat, incisiu, directe, reivindicatiu, denunciador i sarcàstic… Deu n’hi do! Sincerament, aposto per la gent que es vol publicar en plataformes digitals com Whattpad o que també et donen l’opció de publicar en paper com Amazon sota la demanda dels usuaris, sense que l’escriptor s’hagi de publicar el llibre pel seu compte aliè… M’encanta aquesta sèrie d’articles per suïcidar-se. Una abraçada!!!
Gràcies amic. Una abraçada virtual amb ganes de donar-la real