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1001 RAZONES PARA ESCRIBIR EN CATALÁN

By Jordi Folck
17/05/2020

Les recuerdo que este artículo no está destinado, preferentemente,  a la población catalanoparlante si no a mis ex-alumnos Erasmus que me pedían seguir en contacto, que querían seguir sabiendo de mi mundo y del mundo de allá afuera. Por eso la razón de escribir aquí en castellano y no en la lengua de mis libros.

No será este artículo tan largo como el viaje emoocinal de Scherezade dispuesta a salvar su vida por el ingenio y no porque no encontrarámos 1001 razones, algunas más o algunas menos…

Pero tiene razón el gran Arturo Padilla (no se pierdan sus novelas) que mi último post era ciertamente flojo. Me embarga cierto cansancio de no ser escuchado, de que no tengan ningun eco mis quejas, de que no provoquen ninguna tensión, que las cosas sigan siendo las mismas. A veces me da la impresión de que aún asesinando a un presidente -el que ustedes prefieran- todo seguiría igual. Entre otras cosas porque hay muchos presidentes del gobierno inútiles: Bolsonaro, Trump, Johnson, Maduro  y escritores inútiles cuya palabra no va a ningún lugar. Por lo tanto quizá ya basta de quejadera que no están los tiempos buenos.

¿Por qué a pesar del fracaso económico que le supone a un escritor, cuando uno es bilingüe del nacimiento hasta la muerte y domina ambas lenguas uno sigue escribiendo en catalán? Sería una pregunta de diván de psiquiátrico.

Les daré mis  propias razones. No se trata de heroismo (o sí) o de romanticismo  (o sí)  de estupidez supina ( o sí) . Trata de las cosas del querer.

1.Se trata de amor. De sangre. De emociones.  Porque quizás mi primera palabra fue “mare” o “pare”o mama (no “mamá”  o papá que hace pijo) Como el Pare de Joan Manel Serrat que no es lo mismo en inglés o en español.

https://www.youtube.com/watch?v=j8-wTtgwOvU

Porqué es la lengua de mis padres, de mis abuelos, en el campo y en la ciudad, cercano, cálido como el fuego de la chimenea. Nací en los 60 y en las clases en las Escuelas Nacionales de Montbrió del Camp hablábamos en castellano -con un profesor de Guadalajara- pero en el recreo en catalán. Y vovíamos al calor del hogar (ya les dije que me ponía romántico en plan balada) y teníamos nuestra lengua pequeña y suave con tantas vocales y tantos acentos que no escuchábamos, en ese tiempo ni en la televisión ni en la radio porque estaba prohibida. Hablábamos catalán porqué era nuestra lengua, como nuestra piel. Éramos resistentes, sin saberlo. Teníamos dos lenguas y eso nos hacía y nos hace ricos aunque una siempre quiera gobernan sobre la otra.

Y viene un chiste fácil. ¿Quién es mas inteligente…en general? ¿Un español o un catalán? Respuesta correcta: Un catalán porque cuántas más lenguas tuvieras más riego sanguíneo en la zona prefrontal, más aprendizaje, más vocabulario, más palabras… ya nuestra canciones  de cuna y de los primeros juegos infantiles eran en catalán  no en el castellano impuesto en aquella España una, grande pero nunca libre.

                           Sol, solet, vine’m a veure, vine’m a veure.  sol, solet vine’m a veure que tinc fred..

                           Plou i fa sol, les bruixes es pentinen, plou i fa sol les bruxies porten dol…

2. Porque es la lengua de mis maestros,  de Josep Pla, de Lola Anglada, de Folch i Torres, de Joaquim Carbó, de mis primeros libros. Y del enorme  Andreu Sotorra de quien aún conservo su primer carta diciéndome “adelante…escribe”.  Y de Martí Pol i de Joan Maragall y de Josep Carner,  de Lluís Llach i de Carles Riba, y de Jaume Cabré i de Benet i Jornet…Y porque un día me gustaria, ya anciano, ser maestro o referente de nuevos escritores. Si abandono mi lengua seré uno de tantos miles que escriben la lengua hermosa de Cervantes pero habré traicionado a los míos que me enseñaron a amar mis primeras lecturas.

Déu nos do la gosadia

      de la sang independent,

      i aquesta ànima difícil,

      i aquest llavi malcontent.

      El corser que posi ales

     es fa estel al firmament

     (Josep Carner)

 

3. Porque cada año hay miles de lectores, niños y jóvenes que leen en las escuelas en catalán. Porque me acogen con los rostros y los brazos abiertos y me llenan de sueños y yo a ellos  Y porque prefiero que me lean a mí o a los míos que a traducciones  de escritores para quienes el catalán es tan lejano o extraño como el tagalo. A autores que suman ediciones y traducciones de obras sin saber nada del calor de una lengua. Me duele que muchos de estos jóvenes al salir de la escuela o incluso en el mismo recreo se pongan a hablar en castellano porque es más “chachi” más moderno, más internacional sin saber que es una lengua  que vivió en Europa durante muchos siglos, ahora de Salses a Guardamar, de Fraga a Maó però que también en l’Alguer en Italia o en Francia aún pueden escucharla. Porque si no escribo en catalán  quizás acabará desapareciendo como dicen que ha desaparecido el serbocroata (Saim Dusan en “El Núvol que hablaban dieciseis millones de personas).  Me duele que en el escaparate las librerías 2 de cada 3 libros  sean en español. Y que la cultura catalana esté ausente en los medios de comunicación, como debiera, que es nuestra identidad principal, lo que nos diferencia y nos hace únicos y que, como siempre repito, como los abuelos con sus batallas de la guerra de civil, en Tv3 ocupe tan poco espacio y tan poco interés.

4. Dije que hablaba por amor. Porque con mi primera esposa, los versos que escribía y las palabras que decía eran en catalán. Me habrían sonado de “la venganza de Don  Mendo”  de expresarlas en castellano, lengua que, por otra parte adoro porque me permite viajar por el mundo y expresarme como otros 400 millones de personas. 

5. Porque me gusta lo pequeño, lo débil, lo frágil, como a un hermano pequeño al que hay que dar la mano al cruzar la calle no le atropelle el imperio automovilístico que acostumbra a tener una sola dirección y a hacer rugir sus motores y no le gustan las direcciones prohibidas.

6 Porque soy de letras y nunca me gustaron las matemáticas, ni la economía y si empezara a hacer números me daría cuenta de que nunca salen,  que acostumbran a estar en rojo y   que vas saltando de portada en portada, de libro en libro como en el juego de la gallinita ciega esperando que uno solo te catapulte hacia algún lugar en el mundo en el que puedas olvidar tu cuenta corriente que ya dejó de correr y se instaló en cierta zona de confort. Frase larga antiliteraria, la que acabo de escribir, apenas sin respiración, como pasando de puntillas para no detenerme frente al desastre…

7. Porqué alla no soy nadie y aquí soy alguien. Y ellos que se lo pierden. Porque me llamo Jordi que está en mis genes y en el libro de bautismo y en el libro de familia y en la voluntad de mis padres y en todos mis libros con Folch o Folck. Y por otras tantas razones que no llegarían a mil y una porque no necesito salvar mi vida ni contar cuentos sino ser yo mismo con todas las consecuencias de la ley. Porque me gusta ser sherif en mi tierra y pensar que vale la pena o que sirve de algo aunque nadie te de palmaditas en la espalda o las gracias por escribir en catalán. Aunque algunos independentistas de pro, los que sueñan con Catalunya lliure, se compren el libro en castellano, habiéndolo que lo hay en catalán, para ahorrarse dos euros (como cuenta el gran Bennassar). Porque mi familia viene de campesinado de varias generaciones (por lo menos que yo sepa hasta 1712 que es donde llegué con mi árbol genealógico)  que araban la tierra de sol a sol y hablaban catalá, que era la lengua de todos mientras la de los señoritos latifundistas era, mayoritariamente, el castellano que seguían imponiendo por dárselas de grandes. Pero no me hagan mucho caso que de buenos y malos los hay en todos los rincones del mundo por encima de lenguas y procedencias. Porque me gusta como suena la L·L geminada i la “x” de xiuxieujar (“murmurar”) e incluso como suena la hache muda de Folch aunque algunos ignorantes acaben escupiendo esa hache y llenándote de salivazos poco contemplativos. Porque me encantan nuestras frases hechas,  les dites i els refranys de las que tenemos el cuerpo lleno, porque las uso en abundancia en mis libros. Perquè tinc la mà trencada d’escriure en català.. .

Por tantas razones, porque sí, porque quiero y porque no necesito justificarme para nada. Porque me gusta insisto ser un poco héroe y, quizas, un poco gilipollas, como ya dije,  pero ahí me las den todas que dijo  el absolutista de Fernando VII refiriéndose a las bofetadas.. ( el rey que prohibió la venta de novelas en 1799 porque erosionaban a la juventud y razonaba que si Alonso Quijano quemaba libros sería porque eran frívolos y peligrosos)

Cuídense 

 

 

 

 

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4 Comentarios

  1. Arturo Padilla

    Jordiiiiiii!!!!
    No m’esperava que m’esmentessis al teu article.
    Saps que la meva opinió va ser amb el màxim respecte i “carinyu” del món, perquè m’agrada el que escrius i perquè tenim confiança, eh!
    Dit això, aquest nou article m’ha semblat molt encertat, molt visceral, molt autèntic. De totes les raons que dones, per a mi, amb les que més m’identifico són la tercera i la setena. D’una banda, aposto perquè l’alumnat català llegeixi autors de la casa, perquè tot allò escrit originàriament en català s’impregna d’un encís especial al qual una traducció difícilment podria arribar. D’altra banda, crec que alguns autors (com tu) heu deixat una empremta en la societat catalanoparlant que reconeix i dignifica una trajectòria professional que passa més de puntetes en la comunitat castellanoparlant. Per tant, cal mimar qui reconeix una feina ben feta!
    I dit això, no canviïs!

    Responder
    • Jordi Folck

      Estimat amic, no m’ho vaig prendre com una crítica i sí com una opinió encertada. També tu comparteixes el plaer d’arribar a tants i a tants lectors amb les teves novel·les trepidants i superaddictives. Segueix així amic que, poc a poc, acabarem deixant ditada. Abraçades i gràcies per les floretes. Un pom de flors sempre alegra el dia!

      Responder
  2. Alexandra Godeanu

    Hola, Jordi! El Taller de Creativitat s’està acabant, però pensem seguir-te per on sigui possible i així hem arribat al teu blog.

    El teu article m’ha (a)portat dos pensaments:

    1) Penso en el meu idioma matern, el romanès, idioma “petit” i poc conegut. Però tan estimat per mi. Com bé dius, l’idioma matern és l’idioma de les primeres paraules, de tots els somnis, de totes les il·lusions, de tot… I m’encanta sentir els meus nens parlar en romanès i veure’ls llegir en romanès encara que ells hagin nascut aquí.
    2) Penso en el català: no m’hauria imaginat mai que podria arribar a estimar tant un altre idioma “estranger” que no fos el francès. Suposo que “no em deixaran” mai dir que el català és el meu idioma matern, però jo realment em sento a casa quan el parlo, el sento i el llegeixo. Posats a jugar, potser hauríem de poder dir que un idioma és matern si més de la meitat de la nostra vida l’hem viscuda en aquell idioma i ja és igual de quina meitat es tracti, no?

    Una abraçada ben forta!

    Responder
    • Jordi Folck

      Gràcies, Alexandra per uns paraules tan boniques. Tinc pendent de visitar el teu país. El meu fill sí ho ha fet i em va dir que era magnífic i la gent molt hospitalària. Totalment d’acord amb tu que la llengua materna sigui aquella que ens acull i ens protegeix cada dia.
      Abraçada forta!

      Jordi

      Responder

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